El laboratorio de Rudisbroeck

La imagen que me había formado del laboratorio se veía disminuida, empobrecida por la realidad: un techo elevado, cónico, del cual pendía una gran lámpara eléctrica de potencia dudosa; un librero empotrado con algunos volúmenes; una especie de mesa de operaciones cubierta por una sábana blanca o una mortaja; suciedad y polvo; matraces rotos; un gran crisol; una chimenea enorme; retortas verdes; extraños tubos caracoleantes de vidrio; bobinas, alambres y botones en máquinas incomprensibles. Yo esperaba algo más. “¿Qué, por ejemplo?”, dijo una voz, extrañamente familiar.
-Emiliano González, "Rudisbroeck o los autómatas"

Penumbria, revista fantástica para leer en el ocaso, nació en abril de 2012 inspirada por la obra del gran Emiliano González. Tuve el honor de ser invitada para formar parte del número 0 con "Apnea", un textito de ciencia ficción que pueden leer aquí.

Un par de meses después Miguel Antonio Lupián Soto, el director general y editor de la revista, me dio la oportunidad de escribir una columna en el blog de Penumbria. Así, en junio de 2012 surgió la idea de "El laboratorio de Rudisbroeck", una serie de textos sobre la ciencia y tecnología de la ficción (y al revés). Pero fue hasta enero de 2013 que apareció la primera entrega (soy ese tipo de persona que odian todos los editores).

Imagen de William Heath, 1828

Ese primer texto definiría (o intentaría definir) la idea central de la columna: la aparentemente inusual amistad entre ciencia y arte. No hallé otra manera hacerlo mas que con una amistad verdadera: Nikola Tesla y Mark Twain, el científico y el escritor que, si bien distintos, se complementaban entre sí –como sus profesiones–.

Muchas veces he fallado con la publicación que debería ser mensual (ya he dicho que soy ese tipo de persona que odian los editores), pero no he perdido el deseo de ser constante y precisa (investigo más de lo que escribo). Supongo que lograr que alguien –uno solo– se interese en mi confusión cientificosa y quiera seguir leyendo hace que todo el esfuerzo haya valido la pena. Es una de esas pequeñas victorias.

Aún así me pregunto si ustedes, como el narrador de "Rudisbroeck o los autómatas", esperaban algo más de este laboratorio.
¿Qué, por ejemplo?



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Aquí pueden leer todas las entradas de El laboratorio de Rudisbroeck: http://www.penumbria.net/category/el-laboratorio-de-rudisbroeck/

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En otro tema:
#TeamSquid

She Walks in Shadows será la primera antología lovecraftiana en inglés escrita y editada únicamente por mujeres. Sería magnífico que contribuyeran con la campaña, ya sea monetariamente o difundiéndola, para que pueda hacerse realidad. Además, si todo sale bien, uno de mis textos formará parte del libro *guiño, guiño*.

Vean de qué se trata en: http://www.indiegogo.com/projects/she-walks-in-shadows pero apúrense porque la campaña cierra el 13 de marzo de 2014.


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